La capital de España y su entorno fue el principal campo de batalla y objetivo militar de la Guerra Civil. El Ejército franquista luchó durante casi tres años para conquistar la ciudad y las fuerzas republicanos protagonizaron una defensa heroica de la misma. Hoy todavía son numerosas las restos que evocan aquel periodo y la posterior glorificación de la guerra por parte de los vencedores. El edificio de la Telefónica, los búnkeres de los Parque del Oeste, el Parque de la Montaña, el Museo Centro Sofía o el Museo del Aire de Cuatro Vientos son espacios de visita obligada. El régimen franquista, además, erigió varios edificios y monumentos representativos de los años de la posguerra, entre los que destaca el Arco de la Victoria erigido por Franco para conmemorar su victoria. A pesar de su extraordinaria importancia, Madrid no cuenta con un Museo de la Guerra Civil ni del Frente de Madrid
Diari de Guerra.-La primera quincena de agosto de 1956 se colocó la enorme grupo escultórico formado por una cuadriga y Minerva en lo alto del Arco de la Victoria levantado a la entrada de la Ciudad Universitaria de Madrid. Con esta operación se culminaba la construcción de un monumento de 43 metros de altura erigido para conmemorar la victoria del general Franco y de su ejército sobre la República durante la guerra civil. El grupo escultórico, construido en bronce y de 7.000 kilos de peso, fue izado mediante un sistema de poleas.
La construcción del monumento fue diseñada poco después de finalizar la guerra. El arquitecto Modesto López Otero elaboró los primeros bocetos del arco del triunfo en 1943. Sin embargo, el proyecto fue paralizado de forma provisional por falta de presupuesto. Tres años más tarde se ratificó la construcción del monumento, cuyo proyecto fue retocado por López Otero y aprobado de forma definitiva el 17 de noviembre de 1948. Las primeras obras de cimentación comenzaron en 1950.
Cuando finalizaron las obras, ocho años después de su aprobación, los países aliados de Franco habían perdido hacía años la guerra y la España franquista quería estrechar lazos con Estados Unidos. Esta fue una de las razones por las que la estructura, una vez finalizada, no fue inaugurada de manera oficial. De hecho, el 12 de octubre de 1956, fiesta del Pilar y la Hispanidad, los madrileños pudieron cruzar por primera por debajo del arco de la victoria. A pesar de que Franco asistió ese día a un acto en el Instituto de Cultura Hispánica ubicado en Madrid no se desplazó hasta el monumento para inaugurarlo oficialmente.
Uno de los aspectos más polémicos del arco de la victoria son las dos inscripciones en latín esculpidas en las dos caras de la construcción. En la cara que mira al barrio de la Moncloa se lee: 'Fundada por la magnificencia regia y restaurada por el Duce de los españoles, la sedes de los saberes de Madrid florece ante la mirada de Dios. En la parte opuesta se puede leer, "A las armas que han vencido aquí, la mente que ganará siempre ha dedicado como regalo este monumento". En el interior del monumento y en su parte superior, se creó un gran sala para ubicar una maqueta de grandes dimensiones del distrito de la Moncloa y de la Ciudad Universitaria, un área de la ciudad -esta última- arrasada durante la guerra civil ya que fue el principal frente del asedio de Madrid que se prolongó durante todo el conflicto.
El monumento es responsabilidad del Consorcio Urbanístico de la Ciudad Universitaria, integrado por las universidades Complutense, Politécnica, la UNED y el Ayuntamiento de Madrid. El consorcio propuso hace unos años levantar un monumento a la concordia en la explanada donde se ubica el arco y cambiar el nombre de arco de la victoria por arco de la concordia.
Diario de Guerra visitó el arco en abril de 2012 y constató su estado de abandono, el mantenimiento de la simbología franquista presente en el monumento y la inexistencia de ningún panel explicativo sobre la significación del monumento. Para acceder a él hay que cruzar los transitados viales de la avenida del Arco de la Victoria, tramo final de la autovía A-6, la autovía del Noroeste y conocida popularmente como la carretera de la Coruña.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de España ha reclamado la eliminación de las inscripciones del arco y resto de elementos franquistas-como los escudos-y la interpretación del monumento en base a los valores de la democracia .
