Diario de Guerra.- A 12 kilómetros de Alcubierrre, en dirección a Sariñena por la carretera A-129, se encuentra el pueblo de Lanaja (Huesca). Justo antes de la entrada a la población, parte una carretera a la izquierda dirección a Cantalabos. A unos 200 metros de esta carretera se alza, en una suave ladera a la derecha, el llamado búnker de Lanaja.

Este emplazamiento para ametralladoras o fusil ametrallador fue proyectado y construido por ingenieros y soldados republicanos, dado que la población permaneció republicana hasta la ofensiva de marzo de 1938.

La imponente estructura de hormigón armada protegía como fortín y observatorio en un ángulo de 180 grados, un vasto territorio, posibles lugares de penetración del ejército franquista, ya sea a través de la sierra de Alcubierre o de la población de Almudévar, en manos franquistas.

El entorno del búnker constituyó un conjunto defensivo hoy prácticamente inexistente. Se ha reconstruido, no obstante, un tramo de trinchera o ramal de comunicación, para ofrecer una imagen aproximada de la importancia estratégica de la posición.

El estado de conservación del búnker es bueno, a pesar que en los años de posguerra, se extrajo parte de la estructura metálica con fines económicos, como es visible en el interior de la estructura. El acceso al sitio histórico es libre pero carece de plafones descriptivos de este patrimonio.

El espacio forma parte del conjunto de activos de la Guerra Civil en los Monegros.