Una cervecería de Munich ha pasado a la historia del movimiento nacionalsocialista, aunque fue derribada hace muchos años, en 1979. Se trata de la Burgenbräukeller, escenario central del intento de golpe de estado de 1923, el llamado 'Putsch de la cervecería' y, 16 años después, del atentado cometido por George Elser, carpintero de profesión contra Hitler durante el acto nazi anual de celebración del golpe de estado. Un panel instalado lel 1989 en un punto del complejo del GEMA (Gesellschaft für Musikalische Vervielfältigungsrechte-Society for Musical Perfoming and Mechanical Reproduction Rights-) recuerda el atentado fracasado de Elser y que la cervecería se ubicaba aquí. El complejo está ubicado en el barrio de Haidhausen, cerca del río Isar.

Elser planeaba el atentado desde el otoño de 1938 con el objetivo de evitar el inicio de la guerra. En noviembre de ese mismo año asistió al acto de conmemoración anual del putsch y comprobó que la sala no estaba vigilada. Al año siguiente y durante más de 30 noches, Elser visitó la cervecería para preparar el atentado.

La bomba de relojería que colocó en uno de los pilares de la cerveza explotó, como estaba planeado, a las 21:20 horas del 8 de noviembre de 1939. Mató 8 personas e hirió a unas 60 más. Hitler escapó ileso por sólo pocos minutos ya que el tradicional discurso que pronunciaba cada año fue mucho más corto que en otras ocasiones y marchó rápidamente hacia Berlin.

Asesinado en Dachau

Elser intentó huir hacia Suiza pero fue detenido debido a los sospechosos objetos que llevaba en los bolsillos. Después de días de interrogación, Elser confesó. El régimen no creyó que actuara en solitario y acusó a los servicios secretos británicos. El prisionero fue trasladado al campo de concentración de Saschenhausen y en principios de 1943 al campo de concentración de Dachau. Allí fue encarcelado en régimen de estricto confinamiento en solitario aunque le dieron tres celdas. El 9 de abril de 1945, pocas semanas antes de la rendición incondicional del III Reich, fue fusilado en el crematorio de Dachau. El museo del campo recuerda hoy el paso de Elser por el campo de concentración con una placa conmemorativa en el interior de una de las celdas que ocupó.