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Reportaje: De Glasgow a Barcelona, ciclistas por la República

Diari de Guerra (A.Caralt) .-02/08/2013.- Una decena de miembros del club ciclista británico National Clarion Cycling Club Clarion 1895 pedalearán hasta el antiguo frente del Ebro para homenajear a sus cuatro ex miembros, enrolados a las Brigadas Internacionales, que murieron durante la Guerra Civil. Lo harán a finales de octubre en un itinerario por el País Vasco, La Rioja, Aragón y Cataluña donde recordarán también la epopeya de dos ciclistas del National Clarion Cycling Club, de inspiración socialista, que en la primavera de 1938 iniciaron un viaje en bicicleta de las islas en Barcelona para recaudar dinero en pro de las víctimas de la guerra española, sobre todo los niños. El itinerario les llevará a Caspe, Mora de Ebro, Calafell y Barcelona, ​​entre otros, en un viaje durante los que realizarán diversos actos de homenaje aún por definir.

La historia nace en julio de 1936 cuando cinco ciclistas del club se encontraban en Barcelona para participar en la Olimpiada Popular, promovida en respuesta a la Olimpiada de Berlín, organizada por el Tercer Reich. Un día antes de su inicio, sin embargo, estalló el levantamiento militar contra la República. Los ciclistas volvieron a casa pero no dejaron de pensar en el drama que se vivía aquí. Así nació la iniciativa de recaudar fondos para las víctimas de la guerra civil en un viaje que los llevaría de Glasgow a Barcelona cruzando Gran Bretaña y Francia.

450 libras recaudadas

Ted Ward y Geoff Jackson, uno de los cinco ciclistas presentes dos años antes en Barcelona, ​​salieron de la ciudad escocesa el mes de mayo. Donde había secciones locales del club detenían para hacer un mitin en defensa de la República y contra el auge del fascismo en España. Cuando llegaron al puerto inglés de Newhaven habían recogido 350 libras esterlinas.

Al otro lado del canal, ciclistas franceses los esperaban para acompañarlos hasta Cataluña. Recogieron 450 libras esterlinas, entregadas en Barcelona, ​​una cifra de dinero significativa en aquella época.

En ese momento, sin embargo, un mínimo de dos ciclistas del Clarion alistados en las Brigadas Internacionales ya habían muerto en combate. El primero en caer fue Raymond Cox, el 15 de diciembre de 1936 mientras combatía a las puertas de Madrid, sitiada por los franquistas. Era oficinista en una constructora de Southampton, miembro fundador de la sección local del club y secretario para la zona de Londres y sur de Inglaterra.

Renunció a su trabajo y asumió de su bolsillo el viaje a España como voluntario. Antes de irse le dijo a su madre y su hermano que había oído la llamada de ir a «luchar por la libertad». Tenía 22 años.

El compañero de club, Tom Oldershaw, murió durante la retirada de Belchite, en marzo de aquel 1938. Un tercer brigadista ciclista, Tom Durban, también murió en combate pero se desconocen las circunstancias. El cuarto voluntario era Roy Watts.

De inspiración socialista

El club ciclista se fundó en 1895, fruto del auge de la bicicleta com medio de transporte entre el mundo obrero y de las ideas socialistas. Cuatro años antes se había creado en Manchester el diario Clarion bajo los principios de la humedad, la justicia social y la razón.

Algunos lectores, inspirados por el diario, crearon clubes deportivos, entre ellos los clubes ciclistas Clarion, repartidos por todas las islas británicas. Hoy, el club sigue apoyando los principios originales de la entidad, que tenía como eslogan. «La camaradería es vida, la falta de solidaridad lleva a la muerte».

'Espero estar de vuelta a Inglaterra para Navidad'

Roy Watts trabajaba como vendedor de muebles en Porstmouth, primero, y Leicester, después, por la cooperativa Co-op. Era miembro del partido comunista, sindicalista de su sector y un joven habitual a protagonizar mítines a favor de las ideas socialistas y contra el fascismo. Presidente de la sección de Porstmouth del club ciclista Clarion 1895, era uno de sus socios más populares. Integrado en la XV Brigada Internacional de la 35 ª División republicana, Watts falleció la segunda mitad del mes de septiembre de 1938 en la batalla del Ebro, en el frente de Corbera de Ebro, por el impacto de los proyectiles de la aviación enemiga. Ese mismo mes, la República anunció la retirada voluntarios de los internacionales. Pocos días antes de su muerte, Roy escribió una carta a su amigo R. V. Walton, hoy custodiada en la biblioteca Working Class de Manchester y cedida por el club ciclista.

«He servido y entrado en acción con la artillería antiaérea, la infantería y las unidades de transmisión. He estado en la mayoría de territorios leales y he estado hecho prisionero. Aparte de fiebre y un poco de metralla, que me han llevado al hospital tres veces, puedo decir que he salido relativamente sin rasguños. He aprendido a amar este país. Su belleza es sorprendente. Es una experiencia repugnante pasar a través de estas encantadoras ciudades españolas tras los bombardeos fascistas. Estoy seguro de que este tipo de experiencia estimularía los de casa para expulsar a los responsables de ayudar a la agresión y la guerra. La furia fascista parece no conocer límites (...) La guerra es lo que es, no se puede hacer ningún pronóstico con certeza, pero espero estar de vuelta a Inglaterra para Navidad ».

Walton recibió la carta cuando Roy Watts ya había muerto. A los 23 años de edad.