El Fossar de la Pedrera, situado en el cementerio de Montjuïc, es uno de los espacios históricos vinculados a la guerra civil de visita obligada en Cataluña. Aquí se encuentra el mausoleo del presidente de la Generalitat de Cataluña fusilado por el franquismo, Lluís Companys, una fosa común memorializada con cientos de antiguos guerrilleros antifranquistas, brigadistas internacionales, comunistas, masones pero también religiosos martirizados en 1936, y un memorial a los judíos exterminados en campos nazis, entre otros.
El foso se sitúa en un extremo del cementerio de Montjuïc en Barcelona. Es una fuerte depresión de la montaña de Montjuïc causada por la explotación de una antigua cantera. En este lugar las autoridades municipales abrieron una fosa común para enterrar a las personas que morían en prisión, los perseguidos, las personas no identificadas o no tenían recursos para pagarse un nicho.
Durante la guerra civil (1936-1939), se enterraron personas asesinadas por las milicias antifascistas -sobre todo sacerdotes y religiosos-, víctimas de los hechos de mayo de 1937, de los bombardeos franquistas sobre la ciudad y de personas ejecutadas en Barcelona por la dictadura franquista (1939-1975). Actualmente, hay documentados hasta 1.717 ejecutados entre 1939 y 1952 en Barcelona, la mayoría de los cuales fueron fusilados en el Camp de la Bota.
Lápidas conmemorativas
Tras décadas de olvido, en 1976 se celebró el primer homenaje público al foso de la Pedrera, y gracias a la iniciativa de la Asociación Pro-memoria a los Inmolados por la Libertad de Cataluña, a partir de 1979 no se enterró a más personas. Más adelante, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña, recogiendo la iniciativa de la entidad, iniciaron un proceso de dignificación de este espacio de memoria, que no finalizó hasta el 27 de octubre de 1985 en un emotivo acto presidido por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.
Con la dignificación de la fosa, se delimitó el espacio y se cubrió de césped. En el extremo norte del foso se colocaron una serie de lápidas singularizadas y estelas conmemorativas. De entre ellas, destacan la erigida en memoria de los antiguos guerrilleros antifranquistas, las dedicadas a los brigadistas internacionales -una de ellas a los 7.000 voluntarios judíos que formaron parte de este contingente-, los masones y los comunistas del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), entre otros.
El proyecto de remodelación del espacio fue diseñado por el arquitecto Beth Galí con Màrius Quintana, Pedro Casajuana e Ignasi de Lecea. Además de la dignificación de la fosa común, se erigió un monumento a los inmolados durante el franquismo. Inspirado en el Memorial de los Veteranos de Vietnam de Washington, se alzan un total de 25 columnas donde aparecen mayoritariamente los nombres de los que murieron represaliados en el Camp de la Bota después de la guerra, listado que le fue facilitado por la Asociación Pro-memoria a los Inmolados por la Libertad de Cataluña. Las columnas se mezclan con los cipreses ya existentes. El monumento actúa de puerta de entrada y filtro entre el espacio exterior y el recinto interior y sacralizado del foso.
El mausoleo de Companys
Ahora bien, el espacio más conocido del remodelado cementerio es el mausoleo de Companys, rodeado de un jardín acuático de gran belleza. El mausoleo es el elemento estrella de la remodelación del cementerio y fue inaugurado, como el resto del recinto, el 27 de octubre de 1985.
La madrugada del 15 de octubre de 1940 Companys fue fusilado por la dictadura franquista en el foso de Santa Eulàlia, en el castillo de Montjuïc. A pesar de que las autoridades franquistas no permitieron que se inscribiera su nombre en el nicho del cementerio de Montjuïc donde la enterraron sus hermanas, durante los años posteriores, ciudadanos anónimos se depositaron flores con la bandera catalana. Con motivo de la construcción del mausoleo sus restos forestales trasladados hasta el cementerio.
27 de octubre de 1985
Después de un año de obras, el 27 de octubre de 1985 se inauguró la remodelación del foso de la cantera, con el nuevo mausoleo de Companys. Unas 5.000 personas asistieron al acto, presidido por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el expresidente de la Generalitat y compañero de gobierno de Companys, Josep Tarradellas y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, entre otros.
Pujol exaltó las cualidades de Companys y recalcó que fue un "enamorado de la justicia y la libertad. También fue un hombre sacrificado en extremo". El presidente también recordó toda la tipología de personas enterradas en el cementerio "víctimas todos ellos, desde los soldados desconocidos a las monjas, de aquella gran explosión fratricida. Y afirmó que no se puede construir nada" sobre el recuerdo rencoroso, ni sobre la espíritu de venganza y odio ". Maragall, a su vez, admitió que el foso" representa para todos nosotros una herida muy grande, pero no por ello debe avivar el resentimiento, sino la esperanza ".
Con el traslado de sus restos en el mausoleo, autoridades, instituciones, partidos políticos y asociaciones celebran cada 15 de octubre un acto de homenaje en memoria del presidente Companys.
A las víctimas del Holocausto
Con motivo del quincuagésimo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1995 la asociación cultural y deportiva Maccabi y la comunidad judía de Barcelona promovieron la construcción de un memorial proyectado por el arquitecto Leonard Glasser (formado por diez bloques de piedra que simbolizan diez campos de exterminio) en homenaje a las víctimas del Holocausto y de la barbarie nazi. Se sitúa en el extremo sur del Fossar.
El recinto del foso se completa una escultura de la Piedad, construcción que fue promovida por suscripción popular por la Asociación Pro-memoria a los Inmolados por la Libertad de Cataluña. Obra de Fernando Ventura, en 1984, la escultura original - hecha en piedra- fue colocada en el Parlamento de Cataluña, y meses más tarde, se ubicó una réplica en bronce en el foso.