Pierre Seel (Haguenau, 16/08/1923 - Toulouse, 25/11/2005)

Quinto hijo de una familia católica alsaciana. Residente en la ciudad de Mulhouse, población donde su padre regenta una celebre pastelería, Pierre es un estudiante adolescente cuando los hechos se precipitan. El robo de su reloj de comunión en el parque Steinbach, espacio de encuentro gay frecuentado por el joven, y su posterior denuncia a la comisaría, condiciona su futuro inmediato. La policía lo incluye en la lista de homosexuales de la ciudad sin que él tenga constancia, condenándolo así a la posterior represión nazi. Con la invasión alemana, la Gestapo lo arresta el 03 de mayo de 1941. Durante diez días es recluido en la prisión donde es interrogado, torturado y violado. Posteriormente es enviado al campo de reeducación de Schirmeck-Vorbruck, destinado a los alsacianos con el objetivo de enderezarlos en la causa nazional-socialista. Durante su estancia trabaja en la construcción del campo de concentración de Natzweiler-Struthof. Es la ejecución pública de su amor de juventud, muerto a mordiscos por perros, el hecho trágico que marcará su existencia.
Liberado el 06 de noviembre de 1941, su condición de ciudadano alemán por la anexión de Alsacia lo obliga a luchar por la causa germánica. Incorporado forzosamente al ejército en marzo de 1942, es enviado al frente ruso y a Yugoslavia con los otros Malgré nous, apodo con el que se denomina a los jóvenes de las regiones francesas de Alsacia y Mosela (Lorena) que fueron incorporados a la fuerza al ejército nazi. El verano de 1944 deserta. Preso por el ejército rojo es condenado a muerte, pero se libra en el último momento gracias a una canción. Justo cuando lo estaban a punto de fusilar, da un paso al frente y canta La Internacional, el himno obrero. Liberado de la pena se alía con los rusos y retoma la lucha en Polonia. En mayo del 1945 es acogido por la Cruz Roja con el objetivo de repatriarlo a Francia. Pero el viaje se complica y se alarga en un periplo que lo lleva por Ucrania, Romanía, Alemania, los Países Bajos y Bélgica. Después de una estancia en París donde se lo designa a trabajar como administrativo en un centro de investigación de posibles colaboradores nazis, llega a Mulhouse 4 años y medio después de su marcha. Pero después de la guerra, llega el silencio y el olvido. La homosexualidad no deja de ser condenada en Francia y Pierre se ve inducido a esconder su condición por miedo a la represión social. Casado y con tres hijos convive hasta el 1978, año en que solicita el divorcio. Una vida de angustia y dolor lo han hundido. Pero en 1982, las declaraciones del obispo de Estrasburgo en que califica a los homosexuales de deficientes, lo hacen salir del anonimato. Seel expone su caso, y finalmente en 1984 da a conocer su vida con la obra Moi, Pierre Seel, déporté homosexuel (Yo, Pierre Seel, deportado homosexual). Seis años después solicita al estado francés ser reconocido como deportado homosexual. En junio de 1994, Francia lo reconoce como víctima oficial del holocausto. Muere el 25 de noviembre de 2005 en Toulouse.