Raoul Wallenberg (Stockholm, 04/08/1912 - Soviet Union, 17/07/1947)

Hijo de una familia prominente sueca de banqueros, diplomáticos y financieros. Su nacimiento se produce tres meses después de la muerte de su padre. A pesar de que su madre, Maj Wising Wallenberg, se casa en segundas nupcias con Fredik von Dardel en 1918, su educación recae en su abuelo paterno, Gustav Wallenberg. Financiero de renombre encamina a su nieto para su sucesión. Los intereses de uno y otro discrepan y finalmente Raoul opta por estudiar arquitectura en la universidad de Michigan en los Estados Unidos. De regreso a Suecia en 1935 y con escasas posibilidades de encontrar trabajo, su abuelo lo envía a África y a Oriente Próximo. En Ciudad del Cabo ejerce durante seis meses como aprendiz de una empresa sueca de venta de materiales para la construcción. Y posteriormente en Haifa (Palestina), trabaja en una filial de un banco sueco. ?En 1936 vuelve a Estocolmo donde retoma las actividades en el comercio internacional. Por intermedio de los negocios y contactos de un pariente suyo, Jacob Wallenberg, conoce a Koloman Lauer, judío húngaro propietario de una empresa de importación y exportación especializada en productos alimentarios. Sus conocimientos en finanzas y comercio, el dominio de varias lenguas y la libertad de viajar libremente por Europa, lo convierten en el socio ideal para Koloman. Pocos meses después Raoul ocupa el cargo de gerente internacional y se convierte en uno de los mayores accionistas de la empresa. Sus viajes por territorios alemanes y ocupados lo ponen en contacto con la burocracia germánica aprendiendo así su engranaje y funcionamiento.

Con el estallido de la segunda guerra mundial, Hungría se posiciona en bando alemán ante la amenaza Soviética. Pero la derrota en la batalla de Stalingrado de la Wehrmacht, reconduce la postura del país, que siguiendo el ejemplo italiano, solicita la paz de manera independiente. La respuesta alemana no se hace esperar y Hitler exige al jefe de estado húngaro Miklós Horthy solidaridad con su país. Sus peticiones y exigencias son denegadas y el Führer responde ordenando la ocupación de Hungría el 19 de marzo de 1944.

Con la invasión se inicia la deportación de los judíos y la desesperación para huir del país.Las embajadas neutrales emiten pasaportes temporales a aquellas personas que acrediten vínculos con el correspondiente país. Suecia expide 700, pero la cifra es ínfima ante los miles que pueden ser deportados. Ante tal situación, la delegación sueca solicita al Ministerio de relaciones Exteriores en Estocolmo medios para salvar a más personas.

Mientras tanto, en Estados Unidos se establece el Consejo de Refugiados de Guerra (*WRB) - organización dedicada a rescatar a judíos de la persecución nazi-, y en Estocolmo se organiza el Congreso Mundial Judío donde se elabora un plan de rescate para los judíos de Hungría. Con fines comunes, las dos organizaciones se unen en la tarea de liberar judíos húngaros. Después de varias deliberaciones, Raoul Wallenberg es designado Primer Secretario de la misión diplomática sueca en Budapest, concediéndosele autoridad plena para realizar la misión sin trabas burocráticas y diplomáticas. ?A su llegada a Budapest sólo restan en la capital un tercio de los judíos, 200.000. Rehuyendo de los canales habituales, lentos y poco efectivos, lleva a cabo sobornos y amenazas para aligerar y facilitar los trámites. Así se produce en la distribución de los certificados de protección emitidos por la Legación sueca. Pudiendo expedir tan solo 1500, persuade primero a las autoridades húngaras para que le permitan 1000 más, para acabar presionando al Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría para tramitar 4500. Al mismo tiempo, y utilizando los fondos suecos y del WRB pone en funcionamiento hospitales, comedores, guarderías y designa 30 "casas suecas", alojamientos donde llega a refugiar a más de 15.000 judíos durante su mandato.

Con el establecimiento del régimen nazi-húngaro, el partido de las Cruces y Flechas, el nuevo gobierno anuncia la nulidad de todos los pasaportes de protección. Las quejas de Wallenberg junto con la amistad que tiene con Elizabeth Kemény, la mujer del ministro de Relaciones Exteriores, consiguen restaurar la validez de los pasaportes. Pero, sus esfuerzos chocan con los intereses de Eichmann, quien no está dispuesto a ceder en la deportación de los judíos. A pesar de no poderlos transportar en tren por la proximidad de las vías al frente, sus deseos no se detienen y ordena trasladarlos a pie en las llamadas "marchas de la muerte". Wallenberg no abandona a los judíos y bajo amenaza de muerte, se desplaza con ellos distribuyendo pasaportes de seguridad, suministrándoles alimentos y medicamentos, y amenazando y sobornando a los militares nazis para intentar liberar el máximo de judíos posibles. Salva a miles de personas con pasaportes de seguridad tanto en las marchas, como en las posteriores deportaciones realizadas en trenes de carga. ?Con la llegada de los rusos y a pesar de haber podido parar una enésima masacre de judíos ordenada por Eichmann en el mayor gueto de Budapest (Wallenberg chantajea al comandante de las tropas alemanas en Hungría, el General August Schmidthuber, la única persona que puede evitar la barbarie), el 17 de enero de 1945 es conducido por soldados soviéticos a reunirse ante el general Malinovsky. El propio Wallenberg sospecha de sus intenciones, cuando despidiéndose de un amigo le dice: "No sé si estoy siendo llevado como un huésped de los soviéticos o como su prisionero". Desde esta fecha, su rastro se pierde.

No será hasta el 06 de febrero de 1957, cuando los soviéticos declararán que han encontrado un documento donde se recoge que Wallenberg fue encarcelado en la Unión Soviética y murió el 17 de julio de 1947. Los acontecimientos que se sucedieron después de su detención, la veracidad de las varias declaraciones recogidas por todos los implicados y los testigos que afirman haberlo visto posteriormente a su fecha de defunción han convertido la desaparición de Wallenberg en un enigma a resolver.