Tirvia Destrucción en el Pirineo Bookmark and Share
Fuentes consultadas
- Direcció General de la Memòria Democràtica
- Información propia diarideguerra.com

 

El pequeño pueblo pirenaico de Tirvia fue prácticamente destruido por las tropas franquistas en 1938. Los combates alcanzaron la zona de Llavorsí, en el valle del río Noguera Pallaresa, en la primavera de ese año. La intensidad de los combates provocó la evacuación de pueblos cercanos como Tirvia, con una población de 400 habitantes.

 

Los combates se mantuvieron hasta verano, momento en que ambos bandos dirigieron sus esfuerzos hacia el sur de Cataluña, donde empezaría la batalla del Ebro. Sin embargo, y en un clima de una aparente calma, el 16 de septiembre de 1938, los franquistas bombardearon Tírvia con especial intensidad, seguramente con la voluntad de anular su valor estratégico. El 90% del pueblo quedó destruido o parcialmente destruido. La propaganda franquista lo atribuyó a un incendio provocado por las tropas republicanas en retirada.

 

Cuando los habitantes de Tírvia volvieron, muchos se encontraron sin su casa. El estado del núcleo era tan desastroso que el régimen franquista adoptó el pueblo el 15 de diciembre de 1939. Esto significaba que el régimen asumía su reconstrucción a través de la Dirección General de Regiones Devastadas. Las obras empezaron en los años 40, coincidiendo con una dura posguerra marcada por la pobreza de las condiciones económicas, humanas y materiales. La destrucción física de Tírvia y las dificultades para volver a la normalidad dañaron la estructura social y económica del pueblo y provocó que la población disminuyera hasta los 150 habitantes. Además, el organismo encargado de la reconstrucción no edificó de nuevo todas las casas quemadas y, por lo tanto, muchas familias tuvieron que emigrar.

 

El día 13 de septiembre de 2008, más de 150 personas conmemoraron el 70 aniversario del bombardeo. Ese día se visitaron los principales puntos de interés del Tirvia vinculados a la guerra civil y a su reconstrucción. Destaca, en el primer caso, la Casa Barram, en la calle Major, donde aún observan en su fachada los efectos de los proyectiles de artillería.

 

La reconstrucción se centró en la zona de la plaza del Ayuntamiento, la más castigada por las destrucciones. En este lugar destacan los edificios construidos por el régimen franquista, por ejemplo el ayuntamiento y la rectoría, que difieren claramente en cuanto a su estilo y su arquitectura a las viviendas de estilo pirenaico.

 

La Generalitat de Cataluña ha incluido Tirvia dentro de la red de espacios de la guerra civil en Cataluña y ha publicado un tríptico explicativo con un detallado itinerario sobre los principales puntos de interés. La visita es interesante, sencilla y de corta duración