Companys en el alto de Manrella El camino del exilio del presidente Bookmark and Share
Fuentes consultadas
- Información propia diarideguerra.com

A pesar de no haber sido habilitado por las autoridades francesas, el puerto de Manrella (710 metros de altura) fue uno de los lugares de paso que usaron los centenares de refugiados que el febrero de 1939 cruzaron la frontera francesa por Agullana. Cuando llegaban al vecindario francés de Les Illes, la mayoría fueron conducidos hacia el Voló y después trasladados a pie hacia los campos de concentración que se abrieron en las playas del Rosselló o bien en tren en dirección al interior de Francia.


El 1981 se eligió este lugar para erigir un monumento conmemorativo a Lluís Companys Jover (El Tarrós -Lleida-, 21 de junio de 1882 -Barcelona, 15 de octubre de 1940), presidente de la Generalitat de Cataluña, que fue ejecutado por el régimen franquista con la ayuda de la Gestapo (policía política nazi) y el gobierno francés de Vichy.

El monumento, obra del arquitecto S.Boix y el picapedrero Lamas, conmemora el paso hacia el exilio de la delegación del Gobierno catalán el día 5 de febrero de 1939 por al alto de Lli, cercano al alto de Manrella. Desde 1981 se organiza un homenaje anual a Lluís Companys el domingo más cercano al 15 de octubre, fecha de su fusilamiento en el castillo de Montjuic de Barcelona.

El monumento en forma de pirámide está presidido por un texto escrito sobre la piedra con las siguientes palabras: ‘Pau Picasso y Pau Casals coincidieron que este era el lugar para el templo de la paz en homenaje a Lluís Companys y a todos los que aman la libertad’.

El monumento está ubicado en el alto de la Manrella, un espacio accesible a través de una carretera asfaltada que nace antes de llegar al pueblo de La Vajol. En la vertiente francesa la carretera se convierte en una pista forestal que desciende hasta el pueblecito de Les Illes. La bandera republicana pintada sobre una roca indica que aquel fue un camino del exilio.

Pujol celebró el 50è aniversario del exilio en la Manrella

En un acto que reunió cerca de 2.000 personas, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol presidió el 5 de febrero de 1989 el 50è aniversario del exilio del presidente de la Generalitat republicana, Lluís Companys. Ante el monumento al presidente Companys al cuello de Manrella, Pujol calificó el homenaje “de acto pedagógico de conciliación y superación’ y recordó las palabras de Companys según las cuales “Cataluña era de los nacionalistas antes que nada’. En el acto participaron, entre otros, el consejero de Industria, Macià Alavedra, que a los 4 años de edad cruzó el alto de Manrella siguiendo a sus padres al exilio. Finalizado el parlamento, el presidente recorrió a pie la pista forestal hasta los pueblo francés de Les Illes. Una vez allí entró en el Hostal de los Trabucaires donde Companys pidió una tortilla a la francesa como único plato porque no tenía dinero. Pujol eligió el mismo menú.