El municipio de Riba-roja d'Ebre, en la comarca de la Ribera d'Ebre, cuenta con un espacio musealizado por el Consorcio Memorial Espacios de la Batalla del Ebro (Comebe). Se trata de las trincheras de Berrús, situadas a un centenar de metros de la ermita de Santa Magdalena de Berrús, accesible por la carretera TV-7411, entre el municipio de la Ribera d'Ebre y La Pobla de Massaluca.

La zona de Berrús, situada a unos 300 metros de altura, fue ocupada por las tropas republicanas el 25 de julio de 1938, primer día de la ofensiva del Ebro. Los republicanos fortificaron la posición con un doble objetivo: defender la cabeza de puente de Riba-roja d'Ebre y proteger la retaguardia de la meseta de la Pobla de Massaluca.

Las trincheras serpentean por la parte superior de una empinada barrancada para controlar cualquier acceso desde la riera de Berrús o el antiguo camino de Ribarroja en la Pobla de Massaluca (actual TV-7411). La trinchera sigue el diseño clásico en zigzag, pero su profundidad es muy variable teniendo los puntos más reforzados y avanzados en los pozos de tirador con alcance de tiro sobre los posibles accesos. El sistema defensivo se complementaba con una trinchera secundaria que rodea la cota más elevada y protegía la retaguardia de la trinchera principal.

Esta zona quedó alejada del frente hasta los días 12,13 y 14 de noviembre cuando las tropas del general Franco ocuparon esta zona y penetraron dos kilómetros en dirección Riba-roja d'Ebre.

Las trincheras rehabilitadas se encuentran en un excelente estado de conservación. Se trata de posiciones excavadas en el suelo y protegidas por muros de piedra seca. El visitante puede recorrer sin dificultad las diferentes líneas de trincheras y consultar la información disponible en tres paneles colocados por Comebe.

La belleza del entorno, el silencio, y la excelente panorámica sobre el embalse de Ribarroja convierte en altamente recomendable la visita al lugar.

A un centenar de metros se puede admirar la ermita románica de planta rectangular del pueblo de Berrús. En 1968, el templo se trasladó piedra a piedra desde el río, convertido en embalse, hasta el lugar actual. Los vecinos de Ribarroja, la Pobla de Massaluca y Vilalba dels Arcs acuden en romería a lo largo del año.