Las casas caídas del Pinell de Brai Un pueblo en ruinas Bookmark and Share
Fuentes consultadas
- Hemeroteca Diari de Tarragona
- Antònia Serres (Associació Cultural Pi del Broi)
- Información propia diarideguerra.com

Las casas caídas de Pinell de Brai son un recuerdo evidente del estado en que quedó la población tras cuatro meses de combates y bombardeos durante la batalla del Ebro. Sus vecinos, cerca de 1.800 el año 1938, al volver en casa después de meses de evacuación, se encontraron con una villa derruida. Las ruinas de cerca de una decena de casas se han convertido con el paso de los años en uno de los espacios históricos de la batalla del Ebro.
Uno de los puntos elegidos por las fuerzas republicanas para cruzar el río Ebro la noche del 25 de julio de 1938 se situó en las proximidades de Miravet. Después de ocupar esta población, el grueso de las fuerzas se dirigió hacia la sierra de Pàndols por la carretera entre Miravet y Pinell de Brai. Los republicanos entraron en Pinell de Brai hacia las 9 de la mañana del día 25, sin encontrar resistencia. Durante toda la batalla, hasta su ocupación por parte de las fuerzas franquistas, el día 3 de noviembre, el pueblo de Pinell de Brai se convirtió en una zona de retaguardia republicana donde se instalaron servicios sanitarios, de intendencia y de descanso. Por esta razón, fue uno de los objetivos de los numerosos bombardeos de la artillería del ejército franquista y de su aviación. 17 personas murieron a causa de los bombardeos y 76 casas fueron derrumbadas.
La zona de las casas caídas se encuentra en la zona alta del núcleo antiguo de Pinell de Brai. Varios miradores, uno de ellos dedicado a la Quinta del Biberón, ofrecen una excelente visión de las sierras de Pàndols y Cavalls. Varios plafones narran los hechos acaecidos en Pinell de Brai durante la batalla. Un itinerario habilitado permite recorrer todo el espacio.


El Testimonio
Artículo realizado por Andreu Caralt al Diari de Tarragona 10/08/2007 con Josep Borràs, vecino de Pinell de Brai que fue evacuado de su pueblo durante la batalla del Ebro.

‘Cuando las tropas franquistas reconquistaron Pinell de Brai el día 4 de noviembre de 1938, en el pueblo tan sólo quedaban los ancianos que no pudieron o quisieron escapar de las bombas. Setenta y cinco casas habían dejado de existir. Días después, y como otros vecinos, Josep Borràs y su familia volvieron al pueblo. Por fortuna, su casa estaba intacta, pero vacía. «No había nada, las cuatro paredes. Comenzamos de cero. Nos compramos unas alpargatas, un plato y una cuchara». Durante muchos meses, el régimen franquista, a través de la Dirección General de Regiones Devastadas, desescombró las viviendas abatidas por su propia aviación durante la batalla del Ebro. En 1941 comenzarían las obras de construcción de nuevos edificios, uno nuevo Pinell de Brai con escuelas, un nuevo ayuntamiento, un cuartel de la Guardia Civil y doce viviendas, las casas nuevas que se tenían que destinar, sobre el papel, a los vecinos que habían perdido sus hogares. Los bombardeos republicanos sobre el pueblo ocupado por Franco la primavera del 38 obligaron la familia Borràs, y mucha otra gente, en abandonar sus hogares. «Tenía 13 años, nos refugiamos a la sierra de Cavalls, en un caserío, con otras familias», explica Josep Borràs, de 82 años. La situación se volvió insoportable cuando conocieron la noticia del inicio de la batalla del Ebro, el día 25 de julio. «No sabíamos a donde ir, pero teníamos que marchar de donde estábamos». El pueblo de Maella, en Aragón y en zona franquista, fue el destino escogido. Allí, escuchando día en día las noticias, conocieron la derrota republicana. A mediados de noviembre volvían a Pinell de Brai , un pueblo en ruinas, «donde sólo encontramos cuatro viejos». Para comer, durante mucho tiempo, un plato de sémola y boniatos, porque «no todo el mundo tenía higos y almendras». La carne era un auténtico lujo. Borràs recogió metralla para sobrevivir. A los 15 años entró a las minas del pueblo. «Mucho hambre», recuerda Borràs. «Más hambre que sueño», dice'