El medallón de Franco de la Plaza Mayor El dictador en la plaza Bookmark and Share
Fuentes consultadas
- Información propia diarideguerra.com

La Plaza mayor de Salamanca, una joya barroca de relevancia mundial, conserva un medallón dedicado al dictador Francisco Franco en uno de los cuatro extremos de la plaza, en el pabellón dedicado a los reyes. La plaza dispone de un total de 89 medallones donde aparecen reyes y personajes destacados de la historia de España y de Salamanca.

El medallón fue esculpido en 1937 en plena Guerra Civil y durante los últimos años ha sido objeto de encendida polémica entre los partidos de izquierda que han reclamado con insistencia su retirada y el conservador Partido Popular que ha rechazado estas peticiones y ha optado para mantenerlo. Además, el medallón ha sufrido numerosos actos vandálicos, desde taparlo hasta pintarlo con los colores de la bandera republicana. La asociación Salamanca Memoria y Justicia reclamó el mes de julio de 2011 al nuevo alcalde de Salamanca, el popular Alfonso Fernández Mañueco, la retirada del medallón, 'el símbolo franquista por excelencia en la ciudad'. El alcalde replicó que trasladará el asunto a la Comisión Territorial de Patrimonio.

La Plaza Mayor fue construida entre 1729 y 1755 por dos miembros de la familia Churriguera. De planta cuadrada, cuenta con 88 arcos, 247 balcones, y acoge entre otros al ayuntamiento de la ciudad. En 1935, fue declarado Monumento Nacional, por ser la plaza mayor "más decorada, proporcionada y armónica de todas las de su época". En 1973 fue considerada monumento histórico-artístico y en 1988, su existencia fue clave junto con la ciudad universitaria de Salamanca para que la ciudad lograra la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, declaración que califica la plaza como monumento barroco por excelencia.

El 19 de julio de 1936, dos días después del inicio de la sublevación en Melilla, se leyó en la plaza primer bando de declaración del estado de guerra, firmado por el general Saliquet, que terminaba con un 'Viva España', ampliamente respondido por los ciudadanos presentes en el espacio. La plaza acogió en los siguientes meses manifestaciones de apoyo a los militares sublevados, actos patrióticos de los falangistas y actas de recepción de los embajadores de la Alemania nazi y la Italia fascista, entre otros.