A tres kilómetros de la ciudad aragonesa de Caspe en dirección a Chiprana y Escatrón se sitúa la posición de trincheras defensivas de la Plana del Pilón, construidas por el bando republicano y en un excelente estado de conservación. Se trata de un conjunto de trincheras, de 300 metros de profundidad, en forma de zigzag fortificadas con piedra y donde se conservan varios nidos de ametralladoras-construidos en muros de hormigón-y pozos de tirador. Como refuerzo de la posición, la primera defensa la constituían una red de alambre de espino destinada a entorpecer el ataque de los enemigos.

El conjunto fortificado se convirtió en frente de guerra durante el mes de marzo de 1938, durante la ofensiva franquista iniciada tras ganar la batalla de Teruel. El temido Cuerpo de Ejército Marroquí había roto el frente con rapidez conquistando plazas republicanas como Alcañiz, Montalbán y, finalmente, Caspe el 15 de marzo. Los soldados republicanos, entre ellos brigadistas internacionales, defendieron esta y otras posiciones construidas en la zona hasta el 17 de marzo ante unas fuerzas muy superiores en número y armamento.

El Gobierno de Aragón, a través del programa de recuperación de los espacios históricos de la Guerra Civil 'Amarga Memoria', rehabilitó y señalizó en el año 2010 todo el espacio, rodeado de un entorno agrícola que no ha sido transformado de manera significativa. El conjunto ya fue rehabilitado los años 2006 y 2007.