viernes, 02 de agosto de 2013 Volver a las noticias
Reportaje: La 'Dombrowsky', el puñal republicano en la ofensiva del Ebro

Diari de Guerra (A.Caralt) .-02/08/2013.-Boleslaw Molojec, 'Mayor Edward' de nombre de guerra (polaco), Henryk Tourunczyk, Tadeusz Opmann y Franciszek Ksiezarczyk (también polacos), el Mayor Chapáiev y Istvan Molnar (húngaros), el comandante Mikhail Kjarchenco-Jvátov (ucraniano) y los españoles Lorenzo Varela, Emiliano Chamón y Fernando de Haro. Sus nombres son absolutamente desconocidos por el gran público y pasan desapercibidos en casi todas las conmemoraciones relativas a la batalla del Ebro.

Pero ellos fueron los máximos responsables de la 'Dombrowsky', la XIII Brigada Internacional, la unidad escogida por el mando republicano para encabezar la ofensiva del Ebro. Manuel Tagüeña, el comandante del XV Cuerpo de Ejército republicano, donde estaba integraba la unidad, se desharía en elogios con la brigada de los polacos. "El comportamiento de esta unidad fue realmente ejemplar, y su rápido avance, asestado como un puñal al centro del dispositivo enemigo, fue el factor principal en el éxito de la ofensiva de todo el Ejército del Ebro'.

La XIII BI era uno de las tres brigadas internacionales de la 35 ª División Internacional, la mejor unidad militar del Ejército del Ebro según los expertos. La división, de cerca de 12.000, estaba formada por la brigadas XI, denominada Thaelmann, y con voluntarios internacionales de Alemania y países del entorno, la XV, denominada Lincoln, y con voluntarios británicos y estadounidenses en sus filas , y la XIII, la 'Dombrowsky', con voluntarios polacos y de otros países del Este como Hungría, Checoslovaquia, Yugoslavia y Ucrania.

En el Priorat

Cinco días antes del inicio de la batalla del Ebro, la 'Dombrowsky' estaba formada por 3.046 soldados, una cifra ligeramente inferior a sus brigadas hermanas. Debido a las bajas sufridas en los combates de los meses anteriores en Aragón, la brigada se había alimentado de soldados españoles y de nuevas levas de soldados catalanes. Así, una tercera parte eran jóvenes catalanes movilizados recientemente y más de la mitad del total de la brigada internacional eran ya soldados nacido en la península.

Después de un entrenamiento de semanas de duración en la comarca del Priorat, en su caso en el área de Pradell de la Teixeta, la XIII BI se trasladó progresivamente hasta la orilla del río Ebro, entre los pueblos de Vinebre y la Torre del Español.

Los 'polacos' recibieron la orden de cruzar el Ebro y sin detenerse enfilar la carretera de Ascó a las Camposines, conquistar este nudo estratégico y dejar una guarnición y continuar hasta Gandesa. Le acompañaría en el ataque inmeditamente detrás la 'Lincoln' mientras que la 'Thaelmann' cubriría uno desde sus flancos.

Paso del río

La XIII cumplió sin vacilaciones la orden de cruzar el río a partir de las 00.15 horas del 25 de julio de 1938. A las 01:50 horas, uno de los cuatro batallones ya había cruzado el río, nadando o a bordo de barcas. La XI, en cambio, que debía actuar en el mismo momento no inició el paso del río hasta las 05:10 horas de la madrugada, cuando la 'Lincoln' ya había iniciado también la ofensiva.

Los 'polacos', sin detenerse, dejaron Ascó atrás y avanzaron en plena noche, a pie, sin cobertura de artillería y aviación, en el interior del dispositivo defensivo del Ejército franquista. Parte de la XV BI atacaría Ascó, que caería a las 10.45 horas con la ayuda de batallones de la 'Thaelmann', que finalmente habían puesto el pie en territorio enemigo.

Venta de les Camposines

Horas antes, sin embargo, a las 07.00 horas, la 'Dombrowsky' llegó a la Venta de las Camposines, convertido en un puesto de mando de la media brigada de la 50 ª División franquista, que cubría de Ascó en Xerta. "El propio jefe del sector dormía confiadamente a las 07.00 horas en su Puesto de Mando del Cruce de Camposines cuando le despertaron rudamente nuestro soldados de la XIII BI”, relata el jefe del Estado Mayor de la 35 ª División, Julián Henriquez Caubín. El teniente Coronel Peñarredonda fue hecho prisionero junto con su Estado Mayor.

La marcha de los 'polacos' no se detuvo, se olvidó de dejar la guarnición que le exigía la orden de operaciones y continuó hasta Corbera de Ebro, a una decena de kilómetros, donde fuerzas de la 13 ª División franquista la defendían. Tal y como recuerda Caubín: ‘La acción de esta Brigada, audaz y firme, sin ninguna vacilación, quebraba la espina dorsal del dispositivo enemigo desde el momento en que, rebasando el cruce de Venta de Camposines, seguía su marcha sobre Corbera y Gandesa (...) Su serena confianza en el Mando Superior, su audacia y su intrepidez hicieron posible aquella gran victoria'.

Corbera d'Ebre
Los franquistas acumular fuerzas en la plaza mayor de Corbera d'Ebre. Era la tarde del 25 de julio, y después de unas 15 horas de ofensiva coninuada a pie, la XIII y XV BI rodearon por el este y el oeste la población en una ataque sin la retaguardia garantizada, y con poblaciones como Flix y Móra d'Ebre, por ejemplo, aún en manos de los franquistas. De repente, la actuación la concentración de fuego de artillería decidió la corta batalla. Los defensores huyeron dirección Gandesa. El Ejército del Ebro todavía no había podido cruzar su artillería, así que los mandos creyeron en un inicio que se trataba de fuego enemigo. La realidad es que unidades de la 'Dombrowsky habían capturado al enemigo un grupo de artillería motorizado y decidieron utilizarlo para atacar Corbera d'Ebre.

La XIII, XV y dos de los cuatro batallones de la XI continuarían camino hasta las puertas de Gandesa donde después de amenazarla, y completamente agotados, decidieron descansar unas horas. Habían avanzado más de 20 kilómetros en el interior de las líneas enemigas a pie en menos de un día. Hay testigos que aseguran que el mismo comandament de la 13ª División franquista, Fernando Barrón, disparó su pistola aquella noche desde una esquina a las afueras de la capital ante la presión de los brigadistas.

Otras unidades de la 35ª División Internacional no tuvieron ese noche la misma brillante actuación, los dos batallones restantes de la XI decidieron acampar una vez superado el río tomándose un descanso por propia iniciativa, lo que indignó al mando de la división. La aviación franquista, a su vez, inicia ese mismo día la tormenta de ataques sobre los puntos de paso sobre el Ebro.

El mando de la 35 ene Divsió se instaló de forma provisional en la Venta de las Camposines mientras que las unidades internacionales de vanguardia recibían suministros esa misma noche gracias a los depósitos capturados en Corbera d'Ebre. Al día siguiente comenzaría el asedio de Gandesa que alargaría hasta el 1 de agosto.