jueves, 02 de febrero de 2017 Volver a las noticias
Un pueblo catalán honra la memoria de los 34 campesinos muertos por los anarquistas en 1937

Diario de Guerra (Andreu Caralt).-02/02/2017.-Han pasado ochenta años, pero el dolor aún genera lágrimas. En silencio, y bajo un frío intenso, familiares y vecinos de la Fatarella depositaron el pasado fin de semana un clavel sobre el nuevo monumento que recuerda, ahora sí, los 34 campesinos asesinados por fuerzas anarcosindicalistas entre los días 24 y 26 de enero de 1937.

Pocos podían hablar, golpeados por la pérdida y un silencio de décadas. Josep Blanch, hijo de Miquel Blanch -uno de los agricultores muertos-, se acompañaba de su familia para hacer la ofrenda floral. «Estoy contento, es un monumento bien hecho, creo que se debería de hecho antes pero ....». Del asunto en el pueblo no se hablaba abiertamente, puntualiza su hija, «pero el tiempo lo deja todo en su sitio». «Yo a mi padre no lo conocí», confesaba Blanch, «ahora tendremos el consuelo de que se le ha hecho un reconocimiento».

Entre los días 24 y 26 de enero de 1937, fuerzas de los sindicatos anarquistas CNT-FAI llegados de diversos puntos de Cataluña asaltaron el pueblo y asesinaron 34 vecinos, agricultores, la mayoría afiliados a partidos de izquierdas del Frente Popular, que se 'oponían a la colectivización forzosa impuesta por los federales. Los atacantes justificar la acción acusando a los defensores de protagonizar un levantamiento reaccionario.

El acto de recuerdo y reparación a las víctimas se celebró en la colina de la capilla de la Misericordia, donde permanecen en una fosa común los restos de la mayoría de fusilados, ahora señalizada por el monumento colocado encima de él. En el interior del templo, el Ayuntamiento de la Fatarella organizó el acto principal, con intervenciones del consejero de Asuntos y Relaciones Institucionales, Raül Romeva, del presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet, y de notables historiadores expertos en este episodio. Abrió el acto, sin embargo, el alcalde Francisco Blanch, emocionado. «Hoy es un día muy importante, muy señalado. Por fin, haremos un reconocimiento a las víctimas de la Fatarella. Es un capítulo sangriento de nuestro pueblo que nos ha marcado en todos los sentidos ».

Petición de los familiares


El acto de homenaje y señalización de la fosa había sido pedido durante años, de manera insistente, por un grupo de familiares de los caídos, encabezados por el escritor Josep Gironès, autor de una novela histórica basada en los Fets (los Hechos). El sábado agradecía la celebración del acto y la participación de las institucionales con el objetivo de oficializar «el restablecimiento de la honorabilidad de los agricultores asesinados, que durante muchos años había sido puesta en duda».

El abuelo de Gironès, Josep Descarrega Llop, fue uno de los caídos, mientras que un tío abuelo, Felipe Gironès Monreal, era un destacado miembro de la FAI. Ahora, con el honor reparado, es partidario de dejar descansar los restos en su lugar, no exhumarlas, y profundizar en el hermanamiento de la sociedad del pueblo. El escritor precisaba que de víctimas hubo muchas, no sólo los asesinados, «también sus familiares directos, los descendientes de los faístas que han sido señalados durante muchos años y la misma economía del pueblo que perdió una parte importante de su capacidad de trabajo ». De hecho, preside el monumento en fuerza de cabaña -estructura tradicional del pueblo de la comarca de la Terra Alta-una placa con una inscripción en memoria de las víctimas de los Hechos de la Fatarella, sin precisar nombres.

'Que no se vuelvan a repetir nunca más'
El consejero de Asuntos y Relaciones Instituciones, Raül Romeva, llamó a luchar contra el silencio y el olvido, defendiendo que recuperar la memoria no es "remover el pasado sino construir un sistema democrático basado en la convivencia y la verdad ». El presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet, le precedió en la palabra para defender la necesidad de dar a conocer los Hechos que no se vuelvan a repetir «nunca más».

Los historiadores Josep Sánchez Cervelló, Josep Maria Solé i Sabaté y Agustí Colomines detallaron el contexto histórico del suceso, marcado por la tensión entre partidarios y detractores de las colectivizaciones, y quisieron subrayar la figura del historiador desaparecido Josep Termes, autor de una investigación crucial sobre los Hechos.